miércoles, 6 de junio de 2012

El espiral descendente de la introspección
La decepción.
La cuerda rota,
La paciencia,
que un día,
no estuvo más.

sábado, 2 de junio de 2012

Un día voy a crecer alas
y desaparecer.
Un día no me verás más
Un día voy a liberarme
de toda la presión.
Un día voy a volar
sola.
U día ya no necesitaré de nada
ni nadie
Un día seré fuerte como el sol y
débil como el agua.
Ese día voy a crecer alas
y desaparecer.
Muchas o pocas veces
(a quién le importa el número)
te extraño casi con desesperación,
con pasión desmesurada,
con amor como el inicial,
como el primero,
con el más puro sentido,
con la primigenitud del que nunca fue herido.
A veces, al menos hoy,
es casi imperioso verte,
escucharte, mirarte.
A veces, hoy,
pienso en vos con emoción y nostalgia,
con música que ayuda,
de devoción eterna,
con ese amor incondicional
que sólo se siente una vez.
El vacío y el desasosiego
vacío de quien soy,
de quien fui.
El vacio futuro de quien
temo ser.
Desasosiego cóncavo,
de sentir esta falta,
esta ausencia
de mi misma.
Este espiral descendente,
hacia tiempos ubicuos,
hacia atrás, hacia abajo.
Temiendo perderme
en la acronicidad de mi mente,
en el temple del pasado,
en el reconforte de un recuerdo engañoso.